Los extintores de co2 son de una clase cuyo contenido consiste en dióxido de carbono, un gas que por sus propiedades, es ideal para combatir casi todos los tipos de incendios. Ampliamente utilizado en muchas industrias, es una de las soluciones que ofrecen cientos de compañías que trabajan con este tipo de materiales. Versátil, práctico, inocuo para los seres humanos y con características que lo hacen bastante rentable, es uno de los artículos con mayor demanda en el mercado. Por ello, a continuación te indicaremos algunas de las cosas que debes saber acerca de estos.
El término “CO2” alude a la nomenclatura que se le da en química al dióxido de carbono, el cual está compuesto por partículas de carbono y oxígeno. En ese sentido, son aquellos en cuyo interior se almacena dicho compuesto que, al ser un gas, puede ser comprimido de tal manera que no se necesiten otros agentes para impulsarlo sino solo la presión del escape a la hora de activarlo.
Entre algunas de las características que diferencian a este tipo de otros está el hecho de que permiten combatir incendios cargados eléctricamente (dado que este gas no es un agente conductor) y requieren un menor esfuerzo a la hora de retirar los residuos pues el co2 se evapora naturalmente y no es necesario limpiar las zonas en donde se utiliza.
Para empezar, debes saber que para que se produzca un incendio, es necesario que confluyan tres elementos: comburente (que es el objeto o material inflamable), oxígeno y calor. Estos elementos se presentan en todos los tipos de fuego, pero que dependiendo de su origen se clasifican de esta forma:
Fuegos de clase B: Son aquellos producidos por líquidos combustibles como la gasolina, los aceites, las bencinas, la pintura, los lubricantes, etc.
Fuegos de clase C: Estos fuegos se generan por la combustión de componentes gaseosos, siendo los más comunes los gases inflamables.
Fuego de clase D: Estos fuegos se generan a partir de la combustión de cierto tipo de metales como el titanio, el potasio y el sodio.
En los casos de los extintores co2, estos son capaces de apagar los fuegos antes mencionados, clase B, C y D, no siendo su uso recomendado para los fuegos de clase A ni los de clase K.
Hay que tener presente también que a la hora de emplear el co2, se recomienda alejar a las personas que se encuentren en el ambiente, especialmente si es uno cerrado pues la presencia del compuesto consumirá el oxígeno presente y esto podría provocar asfixia.
Por la naturaleza de los fuegos que pueden controlar son en su mayoría de uso en oficinas y otros locales comerciales en donde se puede encontrar materiales inflamables comunes como madera, cocinas, pero también artefactos eléctricos y otro tipo de etc.
El lugar en donde se colocarán dependerá del ambiente mismo en el que se encuentre y la cantidad variará también en función del número de personas que puede albergar dicho lugar. Además, deben encontrarse en lugares visibles, bien señalizados y debe capacitarse al personal en su uso, para que pueda responder ante incendios eventuales y complementar el uso de extintores con el de retardantes de fuego.
Existen múltiples normativas nacionales e internacionales que se aplican a este caso, pero los tipos, la cantidad y los lugares en donde deben ser colocados dependerán de la necesidad, el espacio y los peligros a los que están expuestos los diferentes ambientes.
Por ejemplo, para el caso específico de los extintores de co2 se podrán utilizar en lugares comerciales y oficinas pues el daño que ocasiona a otros enseres es mínimo. En síntesis, estas son algunas cosas que deberían conocer, para que la próxima vez que se encuentren en una situación que requiera de estos conocimientos, puedas aplicarlos.